leyendo este párrafo me golpea toda la tristeza del absurdo de una vida dedicada al pensamiento. boris vian se reía y yo me he reído con él. pero, a pesar de todo, duele.
Así comenzó. He dado todo a la literatura…escribo exactamente desde hace medio siglo y he vivido cuarenta años en una cárcel de cristal…Constato que la literatura es un sucedáneo de la religión…Tuve un misticismo de las palabras…el ateísmo lo he roído poco a poco. He secularizado la escritura. Se puede decir que mi metamorfosis procede de esta transformación de mis relaciones con el lenguaje. Pasé del terrorismo a la retórica: místico, las palabras eran sacrificadas a lo que designaban; no creyente, vuelvo a ellas: hay que saber lo que significa hablar. Pero es duro: me esfuerzo pero siento ante mí un sueño muerto, como una brutalidad alegre, como una perpetua tentación del terror. Desde hace cuarenta años pienso en contra de mí [tachado]. Desde hace cincuenta y un años, escribo por hábito… he socavado sistemáticamente las bases, he arrancado la religión de la literatura: se acabó la salvación, nada salva y, sobre todo, la cuestión ya no es ésa…se acabó la inmortalidad: escribo para mi época…la vejez ha detenido el progreso…Así comencé, para curarme de un malestar, lo dediqué todo a la escritura…la consecuencia es que llevo medio siglo escribiendo…a los ocho años se encauzó mi vida, después todo ha ocurrido por si solo.
Jean Paul Sartre, manuscrito inédito.
jueves, 20 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)