martes, 28 de julio de 2009

desorden


Los cambios y las esperas me provocan momentos de parálisis mental. Todo se vuelve espeso y soy incapaz de organizar mi tiempo de forma coherente. Mis listas no sirven de nada. Confundo Madrid con una estación de tren. Echo de menos a los amigos de Barcelona. No resuelvo nada. Me encuentro con mi cara menos amable y alentadora. Por supuesto, desde que llegué, no he realizado ninguna gestión eficazmente. Se me acumulan las tareas de mis innumerables listas:

-ponerme lentillas
-comprar ropa interior
-buscar ropa fina de manga larga
-hacerme el DNI
-llamar a algunos amigos
-terminar las reseñas
-ir a la AECID (o, en su defecto, llamar a la AECID)
-comprar un billete de avión
-estudiar árabe
-aprender los secretos de la lengua española
-reactivar mi mente, mi cuerpo y mi alma


2 comentarios:

paulenka dijo...

me siento menos sola. gracias!

Eo dijo...

Niña, nos encontramos en la misma, ya no sé a qué darle prioridad, si a mis medias o al pasaporte. ¡En pocos días más salgo!Que te sea leve.