domingo, 7 de noviembre de 2010

pasa la vida...

y envejecer era...

.... sacar la basura todas las mañanas; fregar los platos después de comer; (querer) tener la habitación en orden; no poder estar tres noches seguidas sin dormir; despertar a alguien a quien quieres de madrugada porque necesitas llorar y piensas que es mejor llorar acompañada; alzar la voz cuando lo piensas necesario; ser capaz de apretar las muelas y no alzar la voz aunque sea necesario; decir en voz alta que me he enamorado; ser capaz de querer a los otros como son y no como yo quiero que sean; no enfadarme tanto (pero seguir teniendo el mismo carácter de mierda); creer un poco más en las supersticiones; echar de menos a la gente a la que quiero; meterme debajo de la mesa de vez en cuando; llamar a alguien por teléfono porque necesito oír su voz; buscar mis islas, mis ciudades invisibles, en cada recuerdo; pensar que una de las mejores cosas del mundo es estar sentada en la mesa de la cocina, con una taza de café caliente, música y un libro de árabe en las rodillas y etc, etc, etc...

1 comentario:

Patri dijo...

Ana, te recuerdo, te paso un y otra vez por el corazón.

También paso una y otra vez por el corazón todos aquellos momentos, os recuerdo, nos paso por el corazón.

Tengo nostalgia de ti, de vosotros, de esas casas, de esas caras, de esos olores, de esos humores, de aquellos colores, de aquellos despertares y de aquellas noches.

Os recuerdo mucho y a la vez me doy cuenta del caracter tan absurdo de la vida (sigo sin entender nada).

Un millón de besos, ojalá te vea pronto.