miércoles, 9 de marzo de 2011

dos horas de sueño, una falsa promesa de nieve y mil cafés después...

Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto,
sino darse y tomar perdida, ingenuamente,
tal vez pude elegir, o necesariamente
tenía que pedir sentido a toda cosa.
Tal vez no fue vivir este estar silenciosa
y despiadadamente al borde de la angustia
y este terco sentir debajo de su música
un silencio de muerte, de abismo a cada cosa.
Tal vez debí quedarme en los amores quietos
que podían llenar mi vida con un nombre
en vez de buscar al evadido del hombre,
despojado, sin alma, ser puro, esqueleto.
Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto,
sino amarse y amar, perdida, ingenuamente.
Tal vez pude subir como una flor ardiente
o tener un profundo destino de semilla
en vez de esta terrible lucidez amarilla
y de este estar de estatua con los ojos vacíos.
Tal vez pude doblar este destino mío
en música inefable. O necesariamente...

(1942) Idea Vilariño

1 comentario:

...en un lugar llamado Cristina dijo...

Tal vez no elegimos, o tal vez sí.
Tal vez siempre venga alguien a decirnos lo que nosotros no podemos o no sabemos.
Tal vez no lo notes o tal vez no sea suficiente.
Tal vez Idea sea la única voz.

Certeza obsoleta.