jueves, 14 de agosto de 2008

viejas sensaciones

periodo de vueltas para arriba y para abajo, horarios deshechos, comidas abundantes y aburridas, ratos para la tolerancia y la sorpresa, tiempo de calma al lado de una cama en la que la vida se agota, cariños a destiempo, recuerdos de amor, miedo como posos de café, amigos que vuelven, noticias que hacen perder la calma, extrañas formas de echar de menos, ganas de cosas, hartazgo de otras, muy pocas risas, mucha soledad, ni felicidad ni tristeza, sólo tiempo pasando por mi lado y yo dentro y fuera de él, dependiendo del día, pero con ganas de estar sólo dentro. Es la calma tras el torbellino. A ratos está bien estar en casa.

1 comentario:

...en un lugar llamado Cristina dijo...

Hoy, caminando, vi un jacarandá, me acordé de tí. Empiezan a querer volverse de otro color. Asisto ansiosa al espectáculo.

Una vez leí unos cuantos libros seguidos de Sábato, tratando de encontrar en ellos respuestas a mi dolor. Fue hace unos cuantos años. No recuerdo nada de ellos, apenas sus títulos. Mi mente los borró de su parte consciente, pero cuando leo algunas frases que estaban en ellos vuelven a mí como si estuvieran debajo de la costra de una herida.

Cuando estés tirada y el Sr. Tiempo pase a tu lado, prueba a rozarle la mano, a ver qué pasa.

Otros muchos abrazos.