lunes, 11 de agosto de 2014

El creador creado

La primera vez que vi a G. hablaba en una lengua oscura de sudor y secretos y en su mirada se encontraban todos las historias enrolladas que yo habría de desenrollar poco a poco, y fue el mío un acto de amor y de creación al mismo tiempo, y en cada palabra una costura nueva, un hilo desenredado que formaba un dibujo inacabado que giraba y volvía sobre si mismo para convertirse en un cuadro de Varó, en el silencio de la noche. Yo te creaba mientras tú creías pintar el mundo. Yo te dotaba de sentido, te encuadraba en una historia, construía tu mitología a cada sexo encontrado. Y lo hacía todo como un juego, ahora me doy cuenta, sin saber que estaba creando mi mejor obra de arte, mientras sentía que quería crear otros cuadros. Nunca seré nada en ese mundo que pertenece a los otros. Porque un día tuve mi propio universo y sentí que no tenía vida suficiente para atravesarlo entero, para explorar y para dibujarlo.

No hay comentarios: