lunes, 27 de noviembre de 2006

los que deambulan ii

todas las noches salía del trabajo a casa y caminaba cuesta arriba por la ciudad. entre semana nunca había nadie. la ciudad era toda para mí. a veces era tan tarde y tenía tanto sueño que sentía que me desmayaría antes de llegar a casa y pensaba, qué capacidad de resistencia y en realidad todo esto para qué. un día besé a un chico. llevaba capucha y tenía los ojos tan azules. y luego alguien dijo: las mujeres nunca tienen problemas para esto y yo sentí como la rabia me crecía pero no dije nada, nunca digo nada, estoy siempre callada hasta que me da la gana. a veces salgo a la ciudad y camino sin rumbo. me voy cruzando las esquinas de luz y a veces siento miedo de toda la gente o de estar sola. a veces salgo a la ciudad y llueve y entonces no hay nadie por la calle y los faros de los autos me iluminan mojada y todo parece a punto de terminar. algunos días me encontraba con alguien y entre risas fumábamos un cigarro que me mareaba hasta que sentía cómo me dolía la espalda y me marchaba. luego, al cruzar la plaza, veía a la gente que buscaba un bar donde tomar la última y me sentaba un rato a ver pasar la gente y era hermoso estar allí sola, de noche, con los pies ardiendo, el sueño en la cara, sintiéndome tan libre.

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